THE EMOTIONS FACTORY

 LA COMPAÑÍA



Este fue nuestro primer pequeño proyecto y ha sido sin duda, tal y como indica su nombre, el que más emociones nos ha reportado todos estos años. Podríamos decir que empezó sin darnos cuenta, como empieza casi todo. Su nombre nos trae especial cariño, surgió de una noche de esas en las que se quedan trabajando tres amigos hasta las cuatro de la madrugada, sin importar las horas ya trabajadas solo porque te gusta lo que haces, porque amas lo que haces. Sentados en una mesa, borrachos de cansancio y agujetas, divagando sobre sueños de futuro. Con un bolígrafo y un papel en la mesa que pone arriba: Tormenta de ideas. Daniel Morales, gracias porque sin ti no se hubiera llamado así y seguro que tampoco hubiera sido lo mismo. Mucho ha llovido desde que estos tres niños se sentaron en una mesa a planear y soñar. Y lo que empezó con 15 personas, viajando a Barcelona para visitar un campeonato, acabó siendo un proyecto con muchísimas ambiciones. Algunas cumplidas y muchas por lograr aún. Quien nos conoce ahora puede creer que no luchamos, pero quien nos conoce desde siempre sabe que hemos pasado por cada bache del camino, hemos saltado cada muro y peleado por mejorar, aprender y crecer. Y lo digo porque lo que importa de todo esto no es lo logrado, ni lo que lograremos. Es lo aprendido, lo vivido, lo superado, lo batallado… lo sentido.

 

 

              Hoy en día The Emotions Factory se ha convertido en La Compañía de la Escuela. Más de cien bailarines dedicados a la creación y exhibición de piezas, la competición a nivel nacional, muestras de danza en teatros o certámenes. Bailarines y coreógrafos, que imparten y/o reciben clases a diario, formándose y reciclándose continuamente, dispuestos a seguir creciendo y avanzando día a día.